Sunday, December 17, 2006

Matambre Relleno

Tomaremos un matambre grande, de unos 30 por 50 cms., si no lo conseguimos, unimos 2 pequeños, previo regularizarle los bordes para que nos resulte aproximadamente rectangular. La unión se hace por el simple procedimiento de coser un borde con otro, con un grueso hilo de coser y una aguja grande, usando puntadas muy apretadas y próximas, entrando y saliendo la aguja no muy cerca del borde, para que luego en la cocción, que es prolongada, no se suelte.
Lo colocamos en un lugar plano, donde después podamos rellenarlo y arrollarlo cómodamente. Lo salpimentamos y lo rociamos de perejil picado fino, dejándolo descansar mientras preparamos el relleno.

RELLENO: Cocinamos unos 6 huevos duros (la cantidad, de todo el relleno a preparar depende, en definitiva, del tamaño del matambre que vayamos a cocinar, sólo la experiencia sacrosanta, bastante paciencia y algo de desperdicio, les dirá la cantidad exacta; cuando hayan preparado su matambre número 650 no tendrán como equivocarse, ánimo!!), en cuanto estén los huevos los apartaremos del fuego y los dejamos enfriar en la propia agua de cocción.
Cocinar 2 o 3 atados de acelga en olla tapada con muy poca agua, picarla muy fina y reservarla en un recipiente, previo escurrirla muy bien.
Picar muy finas 2 cebollas y ponerlas a freír en una sartén o cacerola, con una tacita de aceite de oliva, cuando está transparente le agregaremos una cucharada de ajo finamente picada y cocinaremos 2 o 3 minutos más. En este momento le agregamos la acelga que teníamos reservada, 2 hojas de laurel, salamos adecuadamente y rehogamos bien todo junto durante algunos minutos. Luego retiramos el laurel, escurrimos el líquido sobrante de la fritura (aceite y agua de la acelga) y extendemos todo, en forma pareja, sobre el matambre, cuidando de cubrirlo todo, salvo en un margen de unos 2 cms. sobre los bordes. Una vez preparado así nuestro matambre, rociaremos sobre él guindilla molida picante, distribuiremos equidistantemente los huevos duros pelados, siempre teniendo en cuenta que vamos a arrollar todo el conjunto y que la distribución debe ser pareja, permitiendo, por lo menos, enrollarlo 2 veces sobre sí mismo. Nos procuraremos 500 grs. de tocino y lo cortaremos en tiritas, las que distribuiremos, también en forma regular, en los espacios dejados por los huevos, procurando enterralos un poco en la capa de acelga. Procederemos de igual forma con tiritas de zanahoria cruda, así como con tiritas de morrón crudo. Luego enrrollaremos el matambre, comenzando por el borde más corto, mientras procuramos doblar los bordes laterales hacia adentro. Puede ser que en este procedimiento nos salga afuera algo del relleno, no tiene ninguna importancia y lo descartaremos.
Una vez enrrollado, procederemos a coser el borde final sobre el cuerpo del rollo, de modo de sellar todo. Lo haremos usando el mismo procedimiento que explicamos anteriormente, del hilo fuerte y grueso de coser y la aguja grande.
Tal vez precisemos algo de ayuda para mantener el matambre en su posición mientras lo cosemos, llamen a su cónyugue y díganle que deje de mirar la comedia de la TV, que Uds. precisan un par de manos extras.
Una vez finalizado el procedimiento, nos procuraremos un hilo grueso y fuerte con el que ataremos y rodearemos nuestro matambre como si fuera un jamón artesanal. Obtendremos un gran y pesado cilindro de carne rellena, el que colocaremos en una también gran olla, con agua hirviendo y sal. Lo haremos hervir allí durante un buen tiempo, que depende del tamaño del matambre, pero que es seguro que será más de una hora. Debe quedar muy tierno, por lo que les recomiendo que lo prueben, pinchándolo con el tenedor, antes de finalizar la cocción.
Si al agua de la cocción le agregamos verduras: tomate, puerro, cebolla, apio, zanahoria, pimientos, etc., obtendrán una sopa que ni les cuento, de lo mejor que hayan probado en vuestras vidas.
Una vez obtenido el grado de cocción y ternura deseados, se saca del agua y se coloca sobre una fuente, encima de él colocaremos una gran tabla de picar u otra fuente y, encima, un peso considerable, que puede ser una olla de hierro o una cacerola con agua, de modo de prensarlo bien. Lo dejaremos así hasta el otro día, donde lo liberaremos de la prensa.
Se sirve cortado en rebanadas de 2 cm. de grosor, previo liberarlo de los hilos. Es absolutamente delicioso servido como fiambre, acompañado de ensalada rusa o de ensalada verde, con mayonesa o sólo y hasta en emparedado con lechuga y tomate. En fin, que elaboramos un delicioso fiambre y una sopa de novela, todo en uno.

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